COLECCIÓN DE ORFEBRERÍA DE DAMIÁN DE CASTRO
“La platería cordobesa ha sido conocida durante siglos en España por haber sido un trabajo de una gran calidad artística. En Montemayor contamos con muchas obras del platero Damián de Castro de cuyo taller en el siglo XVIII salieron cientos de obras”.
Dentro de la capilla de la Inmaculada de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción se encuentra una pequeña cámara donde se custodian la extraordinaria colección de orfebrería de la parroquia, la mayoría de ella firmada por el artista cordobés Damián de Castro.
Uno de los mejores plateros de la historia
Hijo del platero Juan de Castro, aprendió el oficio de platero en el taller de su padre. En 1729 obtiene un premio de cuatro reales en el certamen anual establecido por el gremio de plateros de la ciudad de Córdoba. En 1752 fue designado maestro mayor catedralicio; se inicia así una etapa de fecunda productividad al servicio del primer templo de la ciudad, materializada tanto en pequeños arreglos cuanto en obras de envergadura.
La producción artística salida de sus manos es realmente abrumadora, y abarca las más variadas tipologías como cálices, copones, atriles, sacras, candeleros, visos de sagrario, urnas eucarísticas, ostensorios, lámparas, incensarios, vinajeras en el ámbito religioso, donde su producción es mucho mayor. En el ámbito civil realizó un destacado elenco de piezas, especialmente bandejas y aguamaniles, conservadas en su mayoría en colecciones privadas.
En su estilo artístico existe una gran variedad de motivos ornamentales ampulosos, que en ocasiones sirven de enmarque a las escenas. Hacia 1750 se decanta claramente por el lenguaje rococó, con preferencia por las siluetas curvas y el movimiento helicoidal, todo ello adornado profusamente con rocallas, tornapuntas, motivos vegetales y, especialmente, elementos figurativos, que acreditan y justifican plenamente su fama de notable escultor.
¿Qué piezas componen la colección de la Parroquia?
Las piezas de la colección forman un ajuar litúrgico formado por piezas de enorme calidad artística entre las cuales podemos encontrar dos cruces parroquiales del siglo XVI (una de ellas con un crucificado de un modelado exquisito), la cruz relicario de San Acacio (patrono de Montemayor cuyos restos sagrados fueron traídos desde Roma), un cáliz de Pedro Sánchez de Luque y varias piezas firmadas por el reconocido orfebre cordobés Damián de Castro.
De entre estas piezas destacan un atril, un portaviático, dos visos de sagrario, una sacra, seis varales y sobre todas ellas destaca el magnífico Frontal de plata dedicado a la Asunción de la Virgen. Todas estas piezas están fechadas entre 1769 y 1777.
